Encuentros cercanos...


O sea mis primeros avistamientos (y fajes) con el sexo opuesto...


Hace tiempo ojeaba con cuidado las viejísimas ediciones de Reader´s Digest que mi tía guardaba con recelo, -para cuando no tuviera que hacer en su vejez ponerse a leer otra vez- decía, por eso las cuidaba mucho, pero ahora que ya es mayor tiene mas que hacer que antes, atendiendo nietos, hijos, nueras, esposo y demás familiares, pero en fin esa es otra historia.

El chiste es que en una de las dichosas revistas que veía había una sección que se llama “¿Cómo dijo?”, en donde personajes celebres y estrellas reconocidas sacaban sus frases domingueras pa impresionar pero acababan cagandola peor que una gallina con chorrillo, y según, transcribieron las sabias palabras que una famosa cantante había dicho en una entrevista a un periódico, dedicadas para todas las chicas que se querían mantener castas y puras hasta llegar al altar y la frasesita era: “ Las mujeres debemos llegar los mas vírgenes posible al matrimonio”, bueno al menos así la recuerdo.
En aquel entonces era una adolescente mojigata pero con la calentura a tope que se prendía mas rápido que un ocote pero tenia que aguantarme las ganas, pues una niña decente no se debía dejar ni ver por ningún mozalbete y como me la pasaba viendo televisión y en las novelas las escenas de sexo eran mas explicitas que una película porno (bueno exagero, pero a mi así me parecían, no que ahora puro besito de piquito) pues quedaba algo ganosa acordandome de las llegadas que se daban. No había tenido novios, ni ningún hombre me había tocado,- ni lo haría, hasta que me casara o mejor me volvia monja- decia, pero ya sabía de penes, vaginas y como se hacían los bebés. Me dio una risa enorme leer eso y a la vez me indigne ¿como se atrevía? ¿que infamia?!!! pues en mi mente cochambrosa, le di mi interpretación.

¿Como????
¿Antes de casarse una se podía dar sus arrimones, fajes, manoseadas y demás con cualquier galán que le gustara? O se valía que solo fuera la puntita sin romper la telita (así le decía al himen por aquello de ponerle sobrenombres a las cositas esas).

Y bien en mis preguntas estaba la respuesta, se valía llegar un poco mallugadita al casorio, o sea, tener un encuentro cercano verlo, tocarlo y hasta acariciarlo, pero hasta ahí, un buen calentón y nada más…


Esta serie va dedicada para todos aquellos que sin experiencia y con muchas ganas me prendieron, me hicieron sudar y gemir solo con besos abrazos y apapachos y que además aguantaron estoicamente que se prendiera el boiler y no nos metiéramos a bañar…je je. Aaahhh (fue suspiro) tiempos aquellos! Sí sexo de chavitos…

Perras mamadas

Hace tiempo un chico gordito y bonito (como me gustan) me contrató, nos vimos en el hotel Amazonas y ¡uf! creo aquella vez me tarde en llega...