Solo ámame...

Estando solos, yo entre sus brazos, me sentía totalmente hechizada, enervada, embriagada(otra veeeez? no aquella vez jajaja) entre el vino y sus besos. Pero sobre todo sentía la adrenalina fluir, el corazón me latía muy fuerte parecia salirse de mi pecho. Estaba haciendo algo loco impensable prohibido, retador, amenazante, sonreía y me gustaba. Era la primera vez que me sentía audaz, sensual, seductora.
No decíamos nada, nuestras bocas estaban demasiado ocupadas devorandonos.
Comenzo a quitarme la ropa quise hacer los mismo, desvestirlo, pero me detuvo, me apretó mas a él desabrocho mi bra, mis senos estaban hinchados, mis pezones duros, los acaricio, los masajeo y se los llevo a la boca los beso los chupo jugueteo un buen rato con ellos, yo gemía sentía rico, me quito la tanga, me recostó en la cama, me contemplo desnuda y caliente para él. También se recosto masajeo mi clítoris metió sus dedos, suspire, estaba húmeda ya, mas que húmeda encharcada, con dulces besos fue bajando, hasta llegar a mi cosita, beso mi clítoris deliciosamente que maravillosa lengua, me retorcía de placer, me estremecí, me derrame, fui al cielo y regrese. Ahora le tocaba a el, le baje el pantalón y salto su miembro totalmente erguido duro me lo lleve a la boca, lo bese, lo chupe, me lo comí todo.
Pero lo que el quería era poseerme.
-Amor, abre las piernas-
Yo obedecí, desde ese momento en adelante sus deseos se convertirían en ordenes para mi. Quería complacerlo, demostrarle que era la mujer de sus sueños, a la que podía amar y que lo amaría y sobre todo demostrarle que lo que buscaba ya lo había encontrado.
Se hundió en mi. Lo sentí tan duro tan adentro, otra vez me estremecí, gemí y así fundidos nuestros cuerpos moviendonos para incrementar el placer, oleadas de calor recorrían todo mi cuerpo, un delicioso cosquilleo subía y bajaba a mi pecho, mi estomago a mi entrepierna con el allí dentro se lo apretaba, extasiado me miraba, me abrazo y así unidos casi llegamos juntos a la culminación, pero me adelante, explote, grite y me vine, el me embistió mas profundo, despacio y termino.
Nos quedamos una rato así abrazados, me canse y me dormí.
Mas tarde me despertó con un fuerte abrazo, me besaba la espalda, me hacia cosquillas.
Volví a la realidad ¿que había hecho?
Enamorarme, eso es lo que hice. Yo había hecho el amor, ¿pero el? quien sabe, supuse que también. Ya me había entregado toda.
¿Pero que iba hacer? el mundo se me vendría encima, ¿estaría conmigo para enfrentarlo juntos?
Y se lo hice saber. Voltee y le dije:
-Te quiero ya, me enamore, se que es apresurado y cursi pero nunca había sentido lo que hoy sentí, ¿Y ahora que voy hacer?
Me miro, me dio un beso tierno, no pude decifrar nada en su rostro, esperaba cualquier respuesta incluso el rechazo, pero me sorprendio lo que contesto:
-Ámame-
-Sí- dije sonriendo.
¿Amarlo? Claro se dice fácil, sí, lo amaría, lo adoraría ¿porque no? era el hombre de mis sueños (que mas tarde se convertiría en el de mis pesadillas, pero todavía no lo sabia), maduro, guapo, con porte, parecía quererme también, me bajo la luna y las estrellas y además estuve en el cielo con el.
Pero hay una diferencia entre amar y querer dice la canción, "Amar es sufrir, querer es gozar" ya lo quería porque goce, pero sufrir ¿por amarlo? sí pense que valdria la pena. Tenia dudas, pero ya me tenia era suya, en aquella época era romántica, cursi, hasta anticuada, quería entregarme por amor, y era claro que lo había hecho con el porque estaba enamorada, de eso no había duda.
-¿Así nada mas?- Pregunté
-Sí, solo ámame-

P.D. Otro relato extraido de las memorias de mi blog "Samantha, sobreviviendo a la soledad".

Besos...

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