¡Adoro mi trabajo!!!


Recibo una llamada a la tres de la tarde:
-¿Bueno?- contesto, dulce, sexy y candorosa.
-Samantha ¿como estas? ¿estarás disponible a las cinco?- me reponde una voz muy varonil y segura.
-Mmmm yo creo que sí, pero llámame antes de que te instales para ver si estoy desocupada, porque no hago citas.
-¿Qué motel me sugieres?
-Pues todos los de la 57 están bien, el Grand Motel es una buena opción, pero el que prefieras para mi es perfecto.
-Ok, te llamo mas tarde.
-Ok- Pues bueno a ver si es cierto, pense supuse que ya sabia todos lo demás y seguí con mis quehaceres domésticos ( ver tele y chatear).
Como a eso de las cuatro treinta me empiezo a poner bonita, sombra aquí, sombra allá, a escoger ropa sugestiva, una tanguita sexy, plancharme el pelo... en fin, por si o por no, me dispuse a perfumarme, se hicieron las seis y nada, -ya se arrepintió- pensé, bueno, ni modo a ver si llama alguien más, para no desaprovechar el atuendo...pero se hicieron las seis treinta y... ¡riiiiiiiiing!
-Hola Samantha, voy para el motel en 10 minutos te llamo, se me hizo tarde-
-Ok, espero de nuevo tu llamada- 10 minutos, después... ¡riiiiiiiing!
-¿Bueno? ya estoy en la habitación 16-
-Ok voy para allá- y piernitas lindas pa que las quiero que me lanzo.
Al llegar un señor alto, pelo entrecano, de lentes, me recibió en la escalera y pensé, de aquí soy, ¡como me gustan los hombres maduros! y más su indiscutible forma de hacer el amor, le di su besito, me rodeo la cintura y subimos, platiquita, sonrisas, le dije que tenia voz de locutor no me creyó, pero sí, su voz era grave, poderosa, pero bueno deje mi bolsa en la mesa, me pago, me dio un billete de más, que le regresé, se sentó recargado a la cabecera de la cama, fui hasta él, le di un beso me lo respondió haciéndolo intenso nuestras lenguas se encontraron, jugueteamos, mientras nuestras manos se entretenían con caricias encima de la ropa.
Me separe de su boca para ir bajando, besándolo, rosando con mi lengua el lóbulo de la oreja, el cuello, mientras desabotonaba su camisa, el también trataba de liberarme de la ropa, así que lo primero que voló fue mi blusa, mi pulso se acelero, me estaba excitando mucho, comenzamos a desnudarnos, y al quedar encueradita le acerque mis pechos para que besara mis pezones, no se quito el boxer ni yo la tanga seguíamos besandonos, me acariciaba mis nalguitas y yo su gran paquete, se veía el regalote que traía allí escondido, ese rey...Ya estaba mojadita, me pidió que me recostara boca abajo, me beso desde la oreja hasta las nalgas recorriendo con su lengua mi espalda, me quito la tanga, me levanto un poquito metió la lengua y rozo mi entrada vaginal, sentí un intenso escalofrío, un gemidito se me escapo, comenzo a mover su lengua rápidamente y yo a lanzar mas quejiditos, me volteó, quedamos de frente, mirándonos fijamente, excitados, el con su pene a todo lo que daba y yo totalmente húmeda, pero prefirió prolongar el placer dandomelo con su boca, me beso apasionadamente, se aprisionó de mis senos, con los pezones rosados y erectos que besaba, chupaba y mordisqueaba, bajó por mi estomago se detuvo en mi ombligo lo relamió un poquito y prosiguió con su camino hasta llegar a mi pubis con besitos fue bajando más y más no quería que prolongara mas aquello, pero lo deje hacer y yo me dediqué a sentir. Recorrió toda mi vulva ya no aguantaba -¡hazmelo amor!- le grite, y así fue, no saco su pene pero apunto su lengua hacia mi clítoris, me tensé y un temblorcito me recorrió las piernas, el cuerpo entero, jadee, y esa deliciosa sensación de quedar con la mente en blanco de que no oyes ni ves, llegó, él seguía con su faena y en vez de separarlo de mi, le pedí que siguiera, estaba tan caliente que quería más de aquello, sus labios sobre mis labios, mayores y menores, de arriba a abajo, su boca dándome un placer indescriptible, su lengua dentro de mi, los chasquidos, las succiones, el ruido de su respiración agitada, sus manos recorriendo mis muslos, yo murmurando cosas incoherentes, gimiendo, gritando, acariciando su cabeza, incrementando mi goce con movimientos pelvicos, acercando su boca a mi centro, y otra vez llega un rico orgasmo, levantas sus ojos sin separarse, ve mi enrojecimiento, mi calentura, lo veo nuestras miradas cachondas se cruzan, y otra vez en seguida, siento otro estallido levanto mi cadera, muerdo la almohada ahogo un grito y llega otro y otro más, sentía como salía mi flujo y él lo recibía, ya después no conté las veces que me vine en su boca...subió me dio otro beso, y le regrese el favor, me mostró su erección, gruesa, de buen tamaño, -hijoles si me la quiere meter por atras a lo mejor no aguanto- pensé, pero preferí concentrarme en llevarme a la boquita su pene, al igual que él lo hice sufrir un poquito tardándome y haciéndo que llegara al límite, dándole besitos, en la puntita, subí y baje mi lengua, lamiendo su tallo, bajaba hasta sus testículos besándolos, hasta que aumente la intensidad me metí a la boca su glande mientras le daba brochazos con mi lengüita traviesa, para después chuparlo como me gusta, como dulcesito, me puse en cuatro, mientras el metía sus dedos en mi cosita empapada, de vez en cuando dejaba ir uno que otro dedo a mi asterisquín, eso me ponía más...Traté de meterme su verga hasta la garganta pero no me cupo, así que combine chupada con masturbada, subía y bajaba mis manitas combinadas con mi boquita, el gemía y decía:- ¡hay cabrón, hay cabrón!- enredaba sus dedos en mi pelo, lo alejaba de mi cara para ver como se lo hacia, hasta que me dijo que parara un poco porque no quería venirse, así que me concentré en su bolas, besándolas, chupándolas lamiéndolas y para terminar me monte sobre él, me senté en su pene, el cual en mi cosita si cupo todo, lo cabalgue mientras nos besábamos y me chupaba las tetas, en medio de todo aquel movimiento, se puso rígido, cerro los ojos me tomo de las caderas y yo encima de él, sentí como nos veníamos juntos, nos quedamos quietecitos, con los ojos cerrados, un ratito estuvimos así, hasta que me baje le sonreí, le di un beso, le dije que estuvo fantástico, pero no me creyó, ¡o que la...! otro que piensa que por ser prosti no siento...pero con clientes como estos vale la pena sur putita.
Esto fue en la víspera de la llegada de los reyes, así que el señor se echo su rosquita y yo tuve un rico regalo además del sorprendente descubrimiento de que soy multiorgasmica...
¡Adoro mi trabajo!!!

Perras mamadas

Hace tiempo un chico gordito y bonito (como me gustan) me contrató, nos vimos en el hotel Amazonas y ¡uf! creo aquella vez me tarde en llega...