Policías, chavos y borrachera I


El muchachón me contactó por msn. De esas veces que me conecto para ver si alguien se anima a platicar algo interesante, suerte que me encontró, porque ya la verdad no lo hago mucho, pues la mayoría de los galanes solo me quiere mostrar su ver... y de esa tengo todos los días, así que no estoy antojada y que hueva calentarse con letras, escribir monosílabos y tener las manos en el teclado, mejor ha concretar citas y hacerlo en vivo ¿no?. Pues bien, el chico me pidió informes, dijo que después me llamaba, aja, pensé,va a pedirle permiso a su mamá, pues en su foto se veía chavo. Al ratito el cel estaba sonando:
- Hola ¿Samantha?- una vocecita de chiquillo se oyó al otro lado.
-Sí- conteste.
-¿Estas disponible?-
- Sí- conteste con desconfianza.
-Bueno me voy a instalar y ahorita te marco-
Ok, volvió a marcar me dio el nombre del motel y el número de la habitación, me imaginé que tal vez era una broma de un mozalbete que se quería reír un poco, pero ya no tenía saldo para confirmar la habitación así que me arriesgué.
Concertamos la cita, me puse sexy, con estos frillazos no me puedo estar poniendo vestiditos, por aquello de los aires polacos, influenzas, gripes y demás. Como no pidió nada especial el chicuelo, me enfunde en unos jeans muy ajustaditos, de esos que hacen que el trasero se vea monumental, un suetercito, chamarra con peluche y unas botas con tacón de doce centímetros que apenas estoy empezando a domar. Salí al pinche frió, con mis pasitos pa no sonar tanto los tacones y no se asomaran los vecinos. Como tengo poco en este bisne, no he logrado juntar lo suficiente para un coche, ese día a parte ni saldo para llamar a la base de taxis, en fin... tuve que esperar a que pasara alguno. Y ahí estaba parada en la esquina, mientras pensaba si se me notaría mucho lo prostipiru, pues los hombres que pasaban se me quedaban viendo, me dije a mi misma: mi misma, no, no se te nota, es solo que te peinaste muñecona y es raro ver a una chicuelina tan arregladita, pues bueno, en eso estaba cuando pasó una patrulla a velocidad moderada, al ratito dio la vuelta y regresó ya más despacito, me vieron... yo hice como que la virgen me hablaba y ni un mugre taxi a la vista, -¡chin! me van a cargar- dije, la paranoia me estaba invadiendo pero...¿ Por qué? porque en estos tiempos no se sabe quienes son mas ojetes: si los delincuentes o los policías, ya me imaginaba volteada en el cofre de la patrulla, siendo manoseada, digo revisada por los honrados agentes, pidiendo su mochada para no ser remitida. Pero pensé: -no pasa nada, calma, calma- cuando volteo y veo que ahí venia otra vez, ¡no mams!...que onda, ahora sí, mi paranoia se volvió histeria ¿podía gritar o llamar a la policía si los policías me molestaban? Me tranquilice, puse mi cara de niña buena, inocente, que no coge, ni por dinero, ni placer y estaba lista para decir: Yo no hice nada, ni traigo nada, ni vendo nada.
Y la patrulla se detuvo a mi lado, ¡chin!!!
-¿Señorita le podemos ayudar en algo?- me pregunto uno de los polis.
Los nervios se fueron momentaneamente, no porque el gendarme fuera guapo, ni mucho menos, sino por la forma cómica en que me formuló la pregunta, queriendo parecer galán de película de acción, pero más bien daba la pinta del Sargento Refugio Pazguato.
-No gracias, estoy esperando un taxi- contesto aguantando la risa, pero con mi cara de niña buena
Sargento refugio:- La podemos llevar a donde nos diga- la cosa se ponía mas cómica.
Niña buena o sea yo:- No, vi que un taxi pasó, ahorita regresa-
Sargento refugio:- Ándele la llevamos sin compromiso- ¡Ándale! ¿Este todavía quería comprometerme?
Niña buena:- Esteee, no gracias-
Sargento Refugio:- Es que a esta hora no la vayan a espantar- Puta... y me volvieron los nervios, ya me había espantado el güey con su carota, un susto más y como corro con sendas bototas, vi la hora ya se me hacía tarde para llegar a la cita
Sargento refugio, otra vez:- Súbase, ¿a donde la llevamos?- Y en vista de que no pasaba ni un taxi, decidí ser confiada...
Niña buena:- Pues bueno- Y que me subo, el otro poli con cara del Chompiras con uniforme me abrió la puerta se bajo y me acomode.
Sargento Refugio:-¿ Y ahora a donde la llevamos?
Niña buena: -Pues vayase por la Carretera Cincuenta y Siete, o no, mejor por Industrias-
Y allí iba Sam, trepada, la primera vez que la cargaba una patrulla, en medio del Sargento Refugio y el Chompiras con uniforme.
Comenzó el interrogatorio que me negaba a contestar, lo bueno que iban rápido pasándose altos.
Sargento refugio:-¿ A donde va exactamente?-
Niña buena:- Allí por Industrias-
El Chompiras con uniforme:- No tenga desconfianza, no le vamos a hacer nada- ¡glup! pase saliva, ¿me podrían hacer algo?
Niña buena:- Claro que no me van ha hacer nada, aunque sean policías grito-
El Chompiras:- Nosotros no somos mala onda, son rumores-
Una nunca sabe...
En eso veo que el Sargento Refugio le daba para otro lado...
Niña buena:- ¡Oiga! !oiga por aquí no es!-
El Chompiras:- ¡No seas güey! te dijo que por industrias-
El sargento Refugio:- Ah sí, por aquí no es-
Y siguieron las preguntas pendejas: ¿como te llamas?¿donde vives? ¿a que te dedicas? ¿cuantos años tienes? y otra vez ¿a donde vas? Agarraron confiancita y ya me hablaban de tu, ¿que pedo?
La niña buena contestó:-Que, ¿ son MPs también?
El Chompiras:-No, solo es curiosidad. Es para saber cuando te veamos te llevamos a donde vayas, siempre andamos por estos rumbos o intercambiamos números y nos llamas- aja, si, ya perece...
Pero agarrar a los gendarmes de choferes y la patrulla de carro particular, sonaba bien, ademas desquitarian los impuestos que pago, pero también en estos tiempos esta canijo andar en una patrulla sin chaleco antibalas y sin amparo. Iba a pensarlo.
Vi cerca mi destino, pensaba decirles que me bajaran en una esquina, antes de llegar al motel, pero con los taconzotes que me cargaba, lo pensé mejor...
Sargento Refugio:- Tú nos dices donde-
Niña buena:- Allí-
El chompiras con uniforme:-¿Allí?-
Niña Buena:- Sí -
El sargento Refugio:- ¿En el Motel?-
Niña Buena:- Sí-
Me baje, les di las gracias, di unos pasos...
Y el El chompiras dice: -¡Perate! ¡perate! ¿eres soltera?- ¡ash! la pregunta que faltaba...
Niña buena:- No, soy casada de hecho me voy a ver aquí en el motel con mi marido, porque le voy a cumplir una fantasía, cuando le cuente que ustedes me trajeron se va a carcajear muchísimo-
-Ah orales, pues la próxima vez nos cuentas-
-Claro-
Sí, la próxima vez, ¡como no! Con lo que me pagara el cliente iba ir directo al Oxxo a ponerle saldo al cel.
Llegué a la habitación, abrió la puerta el chico, al cual había subestimado, pues no estaba chico de ningún lado, le di su beso, deje mi bolsa en el tocador, me eche un vistazo en el espejo para ver si seguia con mi carita de niña buena o los polis me habian levantado por parecerme a la tal Maruja...


Perras mamadas

Hace tiempo un chico gordito y bonito (como me gustan) me contrató, nos vimos en el hotel Amazonas y ¡uf! creo aquella vez me tarde en llega...