Ariman

Han sido varias veces que me ha contratado, no llevo la cuenta, ni tampoco la llevo de las veces que me ha hecho el amor tan delicioso que, saltando mi dinámica laboral me quedo con él mas tiempo del que me paga. Hace que me moje tan rico, así como hace que me vaya y me venga, a veces sin parar, hace que mi cuerpo tiemble y explote en los mejores orgasmos de mi vida. Pero trabajo es trabajo y estos son los gajes del oficio...
En diciembre me contrató por primera vez, estaba recién desempacadita, llegaba apenas de una gira teibolera que había hecho por Morelia y Puebla cuando  me llamó y me  citó en el Hotel Maria Dolores, paso por mi a la recepción, porque luego ahí se ponen mamertos si paso sin aunciarme, recuerdo que ese día mi cel empezó a fallar le marcaba para decirle que ya había llegado y no oía que me contestara y me enoje, pero bueno al ver que un chico simpaticón, cachetoncito y con el pelo alborotado venía hacía mi, se me disipó la bilis, nos saludamos, nos dimos un besito en la mejilla y nos dirijimos a su habitación, platicamos un rato, me contrató por dos horas. Le dije que iría a despintarme los labios para no dejar huellas, me contestó que así estaba bien, que no era de aquí y además estaba soltero, en efecto, es chilangolín. Así que me relajé y fui a la cama con él.
Para comenzar nos dimos un beso tierno, despacio, que se convirtió en un cachondeo delicioso, enseguida me mojé. Sin prisa seguíamos tocándonos pero nuestra respiracion se agitaba, las caricias y los besos se hacían mas intensos, mas salvajes, con ansías de devorarnos. Toque su entrepierna y note que su miembro pedía ser liberado, pero decidí esperar, comencé a desnunarme primero, fuera  blusa, fuera  bra, llevo sus manos a mis senos, después su boca, pasaba su lengua por mi areolas, jugueteaba con mis pezones, me encantaba, y entre gemiditos no quería que dejara de hacer eso, desabroché mis jeans, metió su mano y me acarició tan rico que más jadeos brotaron de mi boca. Le quité la ropa y al bajar sus pantalones saltó su pene, volví a comerme sus labios, sobando su miembro y fui bajando hasta llevármelo a la boca, le di unos lengüetazos en la cabecita, y le recorrí todo el tallo hasta llegar a sus bolas, que rico tener aquello solo para mí, trataba de comérmelo todo, le lancé unas lindas miraditas y vi como estaba atento a mis chupadas, mientras yo tenía la mano en mi centro empapándome más, subía y bajaba mi lengua y mis labios por su pene, no muy grande pero con la dureza y el tamaño perfecto para hacerme sentir dichosa por un rato, me dijo espera, espera, quería prolongar su orgasmo, obedecí me subió nos besamos entre gemidos míos y su respiración entrecortada,  me monté, y sí tan duro como debe estar, empecé a cabalgarlo, a moverme freneticamente encima de él, me puse loquita, paraba y seguía bajaba a darle besos tiernos y en otras apasionados, me volví a levantar y exploté, grite y me retorcí, seguí moviendome y enseguida se vino, desaceleramos el ritmo, me baje y descansamos. ¡Uf! si eso estuvo bueno, me esperaba lo mejor....Platicamos otro ratito mientras seguíamos en el relax, a parte de todo es risueño, platicador y buena onda, así que no me sentí tan ñañarosa, ni hubo silencios incómodos, empecé otra vez a calentar los ánimos, encima de él, baje la mano hasta su paquete, no tardo nada en ponerse  a tono conmigo, deje sus labios y besando desde el lóbulo de su oreja, su torso, sus pezones su barriga, llegué a su pene y me lo volví a comer, mientras me tocaba el clítoris empapado, le hice un oral terminado, se vino en mi boquita y mientras iba al baño a tirar su descarga de mi garganta salió una cancioncita, no me había dado cuenta que cada que traigo llena la boca lo hago, hasta ese momento, a él le pareció gracioso, tiró una carcajada cuando lo hice y  me sonrojé, después de todo lo que acabábamos de hacer y me apenaba...que tontilla...en fin...volví a a la cama, vimos  la tele y que me empiezan a gruñir las tripitas, era hora de irme...Se lo comenté, también le dije que  iba cenar pues mi estomago estaba protestando, me propuso que cenara con él y ni tarde ni perezosa acepté. Fuimos al restaurant del hotel,  al terminar volvimos a la habitación por mis cosas, pero me dio flojera con la cena, le pregunte si podía quedarme otro rato y me propuso que me quedara con él, había dos camas dijo que no me molestaría si me dormía, mmmm, lo pensaría y mientras otra vez hicimos el amor rico, rico rico, para bajar la cena jeje, antes no se nos reventó una tripilla. Pues bien, no me quede, ya estaba entrada la madrugada, así que preferí retornar a mi casa. Nos despedimos con un besotote y prometió volver a llamarme en cuanto volviera a San Luis. Y así lo hizo varias veces más, cada que ha venido nos hemos venido. jeje...
Sí algo tengo que reconocerle es su aguante y su tierna forma de hacer el amor, sabe darse tiempo para todo, para los preliminares con los que hace que me encharque, para dejar que yo alcance el climax y el también. Cuando se ha tardado en venirse me lo dice, descansa y no me esta lime y lime, me masturba, me hace un oral delicioso, hace que me venga unas veces en sus manos y otras en sus labios. No recuerdo si fue la segunda o la tercera vez que me contrató, lo hicimos cuatro veces y yo fui la que acabo durmiendo, porque él seguía con ganas y así se quedo porque me tuve que ir. 
¡Wow! si que aguante algunas veces no necesitó descanso para volver a penetrarme. Eso sí necesitamos nuestro combustible, bueno al menos yo, me lleva a cenar o me compra mis tragos, ya sabe que soy una borracha incorregible. Me he quedado a dormir en su cama, porque si él lleva la cuenta de sus orgasmos yo no, estando en sus brazos he tenido muchos, besandonos por largos momentos...
Besa sensacional y me ha dicho que yo también, que le regale mis labios...jaja... a mí me da risa y comenzamos de nuevo con nuestras prolongadas sesiones de caricias. La última vez que estuvimos juntos como ya dije, no supe cuantas veces fui al cielo y regresé pero fueron muchas las de él fueron cinco la sexta ya estaba seco...jeje...Hicimos muchas travesuras, cachondeo a más no poder, a los dos nos encanta, oral yo a él, él a mi, 69, me puso rico, me penetró y se lo apreté como no queriendo dejarlo ir. 
Ya le venía diciendo que iba a escribir sobre él, sobre su rendimiento satisfactorio en la cama pues hacía mucho que no me encontraba con un apaleador tan eficaz.  
Y no digo que cantidad sea mejor que calidad, pero si las cosas vienen juntas el resultado es muy placentero...
Al parecer ya acabo su chamba acá, así que le he prometido que en cuanto haga mi gira por Chilangolandia él será el primero en enterarse...
Chicas atentas es soltero...Y nada de aires de Superman...él es simple y sencillamente Ariman...

Mil y un besos...

Perras mamadas

Hace tiempo un chico gordito y bonito (como me gustan) me contrató, nos vimos en el hotel Amazonas y ¡uf! creo aquella vez me tarde en llega...