Live Delicious....


Medio dormida, medio despierta, con un ojo abierto y otro cerrado, estiro mi bracito, tomo mi cel del buró lo veo, abro ahora sí, los dos ojitos y lo reviso de pe a pa… como ustedes… comprenderán.

Porque a poco no, en los últimos años con tanto avance de la tecnología lo primero que vemos al despertar es el celular… En fin, al revisarlo me encuentro con veinte llamadas perdidas, quince invitaciones a watsap, cincuenta menciones y diez DM en twitter, más cinco mensajes de texto ¡Uy! Una noche llena de insomnes y sueños húmedos. Pues bien entre todos esos mensajes de admiración y preguntas me llamo la atención uno: “¿Puedo verte a la una en el V Boutique?”. Veo el reloj, eran las 12:30 p.m. ya ni para que contestar, en lo que me despertaba bien, se haría tarde. Y en seguida entra una llamada, un chico me quería ver en el V ¡Que coincidencia! pensé.  Le contesté que ahí lo veía, él se fue a instalar y yo a ponerme mona.

Llego al hotel y entra una llamada de mi mamá, en lo que me dan acceso a la habitación le contesto, las llamadas de casa son interminables, si les doy cuerda hasta mis perritos quieren hablar conmigo, mientras oigo el monólogo de mi ma’, toco a la puerta, abre un caballero treintañero y finalizo la llamada con un: -Mamá voy a coger, luego te hablo- Mis prolongadas charlas familiares siempre acaban con esa frase…jajaja…  Le doy un beso al muchacho y paso como Pedro por su casa hasta el fondo del cuarto, le comento que hablaba con mi madre, me disculpo por haberme tardado un poco, saco condones, lubricante, cepillo de dientes, pasta dental, mientras él me veía embelesado y solo me dijo: - Tus fotos se quedan cortas, eres mucho más bella en persona. Y que mala, no contestaste mi mensaje- Medio chiveada le contesté que cuando lo vi, él llamó.

Me dispuse a comenzar la calentada para posteriormente darnos un buen revolcón. Me subí a la cama y le dije que se acercara, pegamos nuestros carnosos labios y ya de ahí se me hacía imposible separarme, que ricos besos y no solo en la boca, en todos lados. Se describió como un monstruo besucón ¡Y vaya que lo fue! Monstruo no estaba, pero besucón si era… Literalmente me comió a besos. No dejaba de decirme que estaba deliciosa. Enseguida ya estaba empapada, él quería un sesenta y nueve pero yo ya quería que me penetrara, no resistió y mejor me pidió que me ensartara, ni tarde ni perezosa me subí, me moví rico y acabamos delicioso. El 69 estaba pendiente ¡Yo quería más!

Después de pedirle mis cinco minutos milky way para nivelar el ritmo cardiaco, platicamos un poco que de esto, que de lo otro y de repente nos callamos porque nuestras boquitas se ocuparon en cosas más satisfactorias, me bajé y se la chupe, se bajó y me la chupo y por fin nos acomodamos para hacer el 69 más rico que haya hecho en mis dos años de putería, me lamía como si se me fuera a acabar… jajaja… No resistí mucho, restregándome descarada y cachondamente en su cara me llego un mega súper orgasmo explosivo, desocupé mis labios para gritar, mi hermoso cuerpecito se estremeció y él no dejaba de lamerme, pasado el subidón volví a llenar mi boca con su pene, separé mi conchita de sus labios, él protestó, pero le expliqué que después de venirme quedo muy sensible además quería mi dotación de verg…a, pero él ya no aguantó mis chupadas y se vino en mis bubis. Ahora sí quedamos a gusto viendo el techo muy agitados. Unos minutos de recuperación y nos levantamos, nos duchamos mientras yo hacía comentarios sobre sus mamadas espectaculares… jaja… El solo me decía que definitivamente después de esas cogidas tremendas me convertiría en su adicción…
 Y lo comprendo, no por nada advierto que soy muy adictiva… jajajaja… Se nos fue volando el tiempo, más de una hora y no me di cuenta, supongo que el tampoco porque salió presuroso para su trabajo. Yo me quedé a darme una arregladita había quedado toda despeinada… Pero bueno lo mejor de esta vida despeina y como dice el lema del V: ¡Live Delicious! Mmmmm, y yo trato de hacerlo todos los días, disfruto todo lo delicioso que la  vida me da al máximo.


Mil y un besos. 

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