Despues del temblor


En esta ocasión este escrito no es una reseña cachonda, ni una historia chistosona de las que acostumbro escribir, porque el pasado sismo del 19 de septiembre no estuvo nada padre. Espero que todos estén bien. Yo ahora estoy bien y un más tranqui. Quiero agradecer a todos los que preguntaron cómo me encontraba después del temblor. No creí prudente hacer videos o escribir sobre ello en esos días que estábamos afectados y sensibles por todo lo que paso. Pero bueno, tenemos que seguirle y echarle muchos huevos y ovarios para salir adelante. Porque todos perdimos algo material o inmaterial, como la tranquilidad y el sueño.


A quienes perdieron familiares y amigos, sus casas o empleos en esta tragedia no hay palabras de consuelo y aquí no sé qué decir, solo dar mis condolencias y más sentido pésame.

Donde vivo no pasó nada a pesar de estar en la zona más vulnerable y donde se sienten más los sismos, si hubo muchas afectaciones pero donde estoy no paso a mayores, pero muy cerca de aquí sí y pude ver parte del desastre con mis propios ojos.

Me había mudado tres días antes del sismo y donde antes vivía si se puso feo y era un caos. El día que tembló yo estaba ya instalada en mi nueva casa y estaba sentada en mi cama maquillándome y sentí como dio unos pequeños brincos, también vi cómo se movía la ropa en el closet y dije: -No puede ser- No podía creer que temblara en la misma fecha de otro temblor catastrófico (el del ’85, que no lo viví pero dicen que estuvo feo). Además de que unas horas antes se había hecho un mega simulacro por esa cuestión. En fin, que vi como todo se empezó a mover y no pensé en nada solo en salir de la casa y al ir corriendo por el pasillo casi me caigo por el movimiento fuertísimo, al llegar a la salida la señora de la limpieza estaba en el marco de la puerta y nos bloqueaba el paso, no se quería quitar y le tuvimos que gritar alguito para que nos dejara salir, porque pues ella muy segura en el marco pero nosotros allí amontonados a un paso de salir, ya afuera una vecina me dio la mano porque otra vez casi me caía y el movimiento por fin ceso, el cual se me hizo eterno.

Creí que no había sucedido nada grave como en el anterior sismo, porque no se oyeron explosiones de transformadores u otras cosas y volvimos a entrar a la casa. Fui por mi cel. pero ya no había señal, ni luz, terminé de maquillarme y salí a hacer algunas cosas que tenía pendientes y vi mucha gente caminando como en shock, algunos lloraban otros corrían y las sirenas se oían por todos lados, obvio ya no fui a donde tenía que ir, llegó la señal de internet y se activaron los datos por fin me pude comunicar con mi familia y amigos que estaban preocupados, me dijeron lo que estaba pasando, así que ya no volví a mi casa y empecé a caminar como zombi sin rumbo, viendo como todo mundo corría, algunos decían que estaban vivos de milagro, yo pensé que exageraban pero en mi caminata sin rumbo vi escombros sobre autos y un edificio derrumbado, seguí caminando y vi otro totalmente destruido, seguí y vi otro más, empezaron a gritar que se caería otro, me di la vuelta, toda en shock, ya no corrí, no grité, ni empujé, el edificio que decían colapsaría era enorme, de todos modos si corría y en ese momento se derrumbaba no la libraría, así que regresé a casa con la firme intención de hacer mis maletas y regresar a mi tierra.

Pero me cansé de tanto caminar y me senté en una banquita, una señora se sentó a mi lado, empezamos a platicar, se veía tan despreocupada y tranquila a pesar de que su edificio sufrió daños, me tranquilizó escucharla y platicar con ella, además súper amena, me reía a pesar de todo lo que estaba pasando. Regresé a mi casa ya muy tarde y oí a mis vecinos argentinos cantar y bailar porque llego la luz. Y así empecé a ver todo lo que había sucedido y a ver como se desbordó la ayuda y solidaridad para los afectados. El temblor no solo removió la tierra y los cimientos de nuestra ciudad, también removió corazones.

Y no me fui. Aquí sigo echándole ganas como todos y agradeciendo a la vida un día más.

Mil y un besos.

 

P.D. Escribí nuestra ciudad, porque ya me siento más de aquí que de allá… No soy de esta tierra movediza pero soy chilanga por convicción, a pesar de no meter nada en un bolillo y no entender el concepto de la quesadilla sin queso… jajá…

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