Primer acto.
Se abre la puerta, veo una cara conocida, ya habíamos
estado juntos y de repente se me vinieron a la mente algunos fragmentos de lo
que hicimos en su visita anterior (me estremezco ¡wow!). Nos quitamos la ropa
para pasar a la ducha, nuestras lenguas se entrelazan, el agua tibia cae sobre
nuestros cuerpos, comienzo a tallar su pene totalmente erecto, me encanta
causar efecto inmediato. Me enjabona la espalda, las nalgas, me voltea y hace
lo mismo con mis senos, bajo para posar mis labios sobre su miembro a tope,
pero me sube, me da un besos tierno mientras frota mi clítoris con delicadeza,
me pide ir a la cama, nos secamos, se mete entre las sabanas me pongo encima de
él para seguir con el cachondeo que empezamos en el baño, toma mis tetas entre
sus manos, como si fueran dos cantaros de los que fuera a beber, lleva mis
pezones a su boca y me empapo. Nos acomodamos para un 69 breve, pues él ya esta
a punto de reventar, así que decide prolongar un poco más su explosión, dándome
un oral de antología, de esos que no se pueden describir, porque la mente queda
en blanco sin poder explicar lo sublime del placer. Después de ese mega orgasmo
y derramarme en su labios, le regreso el favor, se acuesta boca arriba, le
ensalivo el pene, de arriba a abajo mi lengua lo recorre, lo chupo, lo succiono
hasta que se descarga en mi boca.
Segundo acto.
Abro mis piernas, me monto en su
erguido y tenso falo, cabalgo sobre él, estoy muy excitada y mojada, oleadas de
calor suben y bajan desde mi estómago hasta mi entrepierna, bajo para que bese
mis pechos, los toma, los estruja, mordisquea suavemente mis pezones, el ritmo
al que nos movemos, hace que me pegue a él para darle un apasionado beso,
mientras sus manos en mis caderas marcan las embestidas y las mías recorren su
cabello para terminar explotando, ahogando un grito en su labios. El con
discretos espasmos acaba dentro de mí.
Tercer acto.
Se abre mi puerta trasera, ósea
mi *, estoy totalmente mojada desde la vagina hasta el ano, puesto que ha
escurrido la humedad hasta esa zona. Se enfunda por tercera ocasión y de a
doggy penetra mi conchita, mientras mis dedos envueltos en lubricante, amoldan y
preparan mi anillo para la estocada final, retiro mis dedos y el comienza a
masajearme con los suyos, saca su miembro de mi cosita, despacito y con cuidado
entra su pene en mi *, un dolorcito, el normal, aparece, le digo que no se
mueva y que no se separe de mi, mientras mi colita se acostumbra al objeto
extraño. Empezamos a movernos lento, mis dedos van a mi clítoris y el ritmo
cambia para hacerse más rápido y frenético, los jadeos son cada vez más
fuertes, los gemidos se convierten en gritos, ya no distingo si me duele o me
gusta, pues no suelto mi clítoris y eso hace que sienta un delicioso orgasmo,
mi goce y contracciones se unen a las de él, que un instante después también llega
al éxtasis total.
¿Cómo se llamo la obra? El mejor sexo se hace en tres actos...
Me cogió bien rico un sureño, o
lo que es lo mismo este señor aprovechó muy bien todos mis orificios… jajaja…
Chicos y chicas, gracias por
leerme, por contratarme y por hacer que mi vida este llena de aventuras
excitantes.
Como ya lo había anunciado me tomaré
unas vacaciones, que ya me hacen falta. Hay que guardarse estos días que no se come carne. Espero pronto estar con ustedes, con
las pilas super recargadas, para seguir pasándola riquísimo y otra vez: GRACIAS…
Y LOS QUIEROOOOOOOOOOOO, COGER… jajajaja…
Mil y un besos.