Perras mamadas




Hace tiempo un chico gordito y bonito (como me gustan) me contrató, nos vimos en el hotel Amazonas y ¡uf! creo aquella vez me tarde en llegar y llegué un poco alterada, pero al romper el hielo la alteración se me fue, la relajación llegó con una rica mamada, super, super rica, este chico sí que sabe como calmar a una mujer estresada por el tráfico o por lo que sea (por eso su novia no lo deja...jajaja...) Metió su cara entre mis piernas y su boca fue a dar con mi cosita y se me olvidó que después de él tenía otra cita y tenía que lidiar con el trafiquero que había ese día, pero llegué al siguiente servicio con una sonrisita de mensa, muy flojita y cooperando...jajaja... 

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