En blanco.




Hace tiempo que no escribía, se me acabó la libreta, se me acabó la pluma y se me acabo la inspiración; y no es porque no tuviera que contar pues con mi profesión hay para escribir hasta en las paredes o hasta que se acaben los árboles para hacer papel. Sí, soy la única seudo escritora contaminante de este mundo, que escribe todavía en papel y luego escribe en la Tablet… jajá… Pero así me llegan mejor las ideas viendo como mi mano empuña la pluma, sacando tinta y deslizándose por la hoja.
En fin, que tuve una severa crisis creativa por enamoramiento agudo grave, pero ya curada de ese mal, me di a la tarea de comprar otra pluma, otra libreta y me dije a escribir se ha dicho y… Me quedé en blanco, pensaba contar todas esas malas experiencias con el amor, todos esos encuentros placenteros y otras no tanto, estaba ya con la cosquilla en los dedos (como las de la entrepierna… jajaja) ya tenía muchas ganas de escribir y me quedé en blanco, como en mis tiempos de meditación y contemplación, viendo la hoja y repitiendo el mantra “tengo que escribir” y eso me bloqueó.  Pero ya lo he cambiado por “quiero escribir” y hasta el momento estoy fluyendo.
Así que los temas de mis escritos, será el que yo quiera, lo que yo piense, lo que yo viva o me invente… jajá… Ya sé que muchos se aburrirán y los veré escribiéndome: “Mejor has videos”, “mejor has podcast”, “no escribas poesía” “tus relatos son aburridos”, “tus escritos son muy largos” “solo escribe sobre sexo” y ¿saben qué? Me vale. Hay muchos metiches en estos tiempos y las opiniones son como los culos, cada quien tiene una y a veces las traemos muy cagados. Si algún día quiero pasar de la escritura a los videos será porque cuando se me antoje y cuando tenga tiempo, no crean que es tan fácil. Haré, diré y escribiré lo que yo quiera y no haré cosas solo por darle gusto a chaquetos webones que no les gusta leer y que solo se calientan con algunas de mis historias, aunque esos relatos cachondos los seguiré escribiendo porque yo también me caliento… jajaja…

En fin, ¿en que estaba? Así, que me quede en blanco, pero poco a poco se me activo el cerebro, el apendejamiento del enamoramiento salió de mi sistema, además de que ya han pasado muchas cosas en estos meses que ya contaré. Tuve muchos cambios personales y profesionales, había que cambiar el chip y renovarse. Y lo primero que hice para que los cambios fueran radicales, fue perder el tiempo con cuestiones sentimentales, deje de relacionarme con mamertos frustrados, hijitos de mami, mamadores, chavo rucos y demás especímenes “masculinos” con severos problemas psicológicos. Pudiendo hacer cosas más productivas, como coger sin parar con mis clientecitos, andaba ahí de pendeja con impotentes y cosas que no valían la pena. Y bueno, ahora soy yo misma, valiéndome madre lo que digan los demás y sin cargas molestas. Fue un cambio radical, que ni yo misma me esperaba, ser una misma no es fácil y más en este ambiente que todos tratamos de aparentar para quedar bien, aunque sea solo en el plano sexual.

Por malas experiencias, me di cuenta que no era sumisa, ni dejada. Aprendí a decir NO con ayuda de mis amigos, examigos y exnovios y clientes berrinchudos… jajá... Aprendí a no quedarme callada si algo me molesta o alguien se quiere pasar de lanza, esto ha molestado a muchos, pero como ya he dicho anteriormente estoy en modo vale madre, me siento súper bien haciendo lo que quiero, y bueno, si alguien no le gusta no tiene por qué estar en mi vida.

He aumentado mi seguridad en cuestiones laborales, fui a cursos de autodefensa, compre cositas para defenderme si alguien se pone violento y ahora sí hago caso a mis corazonadas si algo no me late de algún cliente prefiero no dar el servicio. En fin, que ha sido época de cambios y todo lo quiero contar y ahora no será solo lo bueno, pues mi trabajo no me define, soy humana y sí me pasan cosas que no son muy wow… jajá… Si mis ocupaciones lo permiten escribiré más seguido. Y pensar que mis relaciones tóxicas me quitaban tanto tiempo. Pero ahora ya solterísima, con un chorro de anécdotas y el cerebro despejado, no me vuelvo a quedar en blanco… Vuelvo a las andadas.

Mil y un besos.

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