Regla Numero Uno (1)

La primera regla, la fundamental y máxima del putibisne es: NO ENAMORSE o lo que es lo mismo clavar sin clavarse. Pero como yo tengo un corazonsote grande y sensible Cupido hace de las suyas clavando sus flechas bien hondo. En este trabajo como en cualquiera hay normas y reglamentos para que todo fluya sin percances físicos o emocionales. Pero lo malo es que soy una renegada, las reglas, normas y demás muchas veces me las paso por el arco del triunfo y esta NO ENAMORSAE DE UN CLIENTE, no fue la excepción. Que puedo decir, tengo corazón de condominio, soy de fácil enamoramiento y soy como los French Poodles les dice mi alma, mueven la cola y se van contigo.
En mi corta carrera de escort, por no seguir el primer y fundamental parámetro del sexo servicio ya me he llevado varios descalabros. En mi antiguo blog, escribí un post que se llamaba "repelente de hombres" en el contaba mi mala suerte con el sexo opuesto, que pensé algún día cambiaría pero como van las cosas creo que eso nunca será posible. Nunca tuve un novio hasta que tuve un relación ultra mega formal que fue el peor error de mi vida pero esa es otra historia y mis experiencias pre sexuales fueron con hombres mucho mayores que yo y con compromisos fuera de este mundo… ya contaré esas anécdotas.

Pues bien, antes de comenzar en el mundo del sexo pagado quise documentarme no tenia a quien preguntarle sobre estas ondas, no conocía a nadie que se dedicara o se hubiese dedicado a esto, así que empecé a buscar literatura referente a la prostitución y más específicamente a buscar experiencias de chicas ya fueran reales o ficticias. En casi todas estas lecturas había algo en común, estas chicas rompían corazones a diestra y siniestra pero al final encontraban a ese príncipe azul que las sacaba de la miércoles, se casaban les daban vidas de reinas y el tipo olvidaba su pasado cogía sabrosamente con ella (con todas las artes amatorias aprendidas, pues como no) y vivían felices comiendo perdices. En otras el final no era muy feliz pero o él se sacrificaba por ella o ella se sacrificaba por él, pero jamás dejaban de amarse. Total que el documentarme no me sirvió de mucho pues no veía tanta diferencia entre una telenovela de telerisa y estas historias. El chiste es que como una ilusa romántica jovenzuela pensé que esto podría ser posible, que tal vez compartiendo pasiones sexuales, siendo una chica mala, cachonda y con maestría en la cama (porque eso si, no tuve novios pero sí maestros setsuales..jajaja) podría cambiar mi mala suerte en el amor… Oh… craso error de putilla inexperta… jajaja… Pensar que siendo prostituta se encuentra más fácilmente a los hombres buenos.
Pero pronto comprendí que tenía que quitarme las ideas románticas de la cabeza si quería triunfar en la vida galante. No iba ir por la vida acostándome con un montón de hombres y enamorándome de todos ellos,  tengo mis parámetros de belleza masculina… jajaja… Tenia que insensibilizarme pero sin andar de rompe corazones, porque no es mi naturaleza hacer daño, ni ser mala persona y mucho menos me gusta jugar con los sentimientos ajenos, pero al menos trataría de poner un barrera y proteger mi corazoncito pues al ser inexperta quedaba al descubierto mi sentimentalismo. Ahora ya sé que el mayor peligro que se corre en esta profesión es salir con el corazón y las ilusiones rotas, si una se arriesga a ponerlos en las manos de un hombre que se disfraza de oveja, pero adentro no es un lobo, es el puto chamuco salidos de los infiernos... 

Y bueno he aqui la primera parte de un momento de reflexión de esos que tengo cuando me inspiro... jaja... 

Les aviso que ya estoy disponible así que si quieren pasarla de super lujo y que les cumpla una que otra fantasía estoy a sus ordenes. También ya cuento con servicio a parejas, así que chicas, si están pensando que regalarle a su novio en esta Navidad, pues que mejor que un trío: El, tú y yo, suena rico ¿no? Así que vayan apartando su cita si no se quedan sin regalo. 

Mil y un besos. 

Perras mamadas

Hace tiempo un chico gordito y bonito (como me gustan) me contrató, nos vimos en el hotel Amazonas y ¡uf! creo aquella vez me tarde en llega...