Multiorgasmia



Puso su boca en mis labios (de abajo) y me deje llevar. Siempre lo hago, cuando hay un cliente dispuesto a darme placer no me hago del rogar. Esta cita fue diferente, el chico me pidió que llevara medias negras y tacones altos y así lo hice. Cuando me quité la ropa me dijo que me veía hermosa, solo sonreí, me sonrojé y comenzamos con los besos. Me llevó a la cama y recorrió cada centímetro de mi cuerpo con caricias y besos, los tacones y las medias volaron, puso especial atención a mis pies, lamió y chupó cada uno de mis deditos. De ahí se desvió a mi entrepierna, mi corazón se aceleró y mi piel se erizó.


Cuando su lengua hizo contacto con mi clítoris comencé a gemir y a jadear por la excitación, me acaricié los pechos, pellizqué mis pezones y me adentré en mis más perversas fantasías sexuales. Estaba en otro mundo, con aquella lengua subiendo y bajando entre mis piernas. Suelo ser un poco tardada para llegar a un orgasmo pero sentí que rápidamente había llegado el momento de estallar, mis piernas temblaron, un calor fuera de lo normal subió desde mi vagina hasta mi cara, un rico cosquilleo recorrió mi estómago y grité, gemí, me retorcí de placer, apreté su cabeza contra mi vulva y allí lo deje, él no opuso resistencia, siguió comiéndome como si nada.

Era la primera vez que me seguía de largo después de un orgasmo tan potente. Por lo general cuando me vengo se apagan momentáneamente mis ganas y necesito descansar, pero ese día la calentura y la curiosidad por ver si podía tener más éxtasis sin parar, hicieron que no detuviera a mi clientecito en su tarea de hacerme gozar. Después de mi intensa explosión vinieron otras más, no tan fuertes, pero con orgasmo tras orgasmo casi me desmayo.

No sé cuántos tuve, después del primero y el segundo ya no los conté. Él no se cansaba de mover su lengua sobre mi clítoris y yo no me cansaba de disfrutar. Hasta que vino el clímax, más potente e impetuoso que el primero, ya hasta iba a llorar…jajaja… Me calmé y lo separé de mí, no creí aguantar más, si seguía orgasmeandome así, me iba a dar algo… jajaja… No quise arriesgarme a morir de multiorgasmia, hubiera muerto feliz, pero no hubiera tenido chiste, no habría podido contar que se siente gozar y gozar sin parar.

La verdad siempre había pensado que la multiorgasmia era un mito, pero cuando una se arriesga, experimenta y se da la oportunidad de disfrutar, el placer se da y se aprovecha; y yo como toda una experta y experimentada servidora sexual,  me lo dan y lo aprovecho al 1000%.

Mil y un besos.

Perras mamadas

Hace tiempo un chico gordito y bonito (como me gustan) me contrató, nos vimos en el hotel Amazonas y ¡uf! creo aquella vez me tarde en llega...