El sonámbulo.




En mis ires y venires de la vida, viví con un chico. Fue muy divertido ser ama de casa y acompañante de planta de un solo hombre. Era un junior a toda madre, super cagado, blanquito, gordito y bonito (como me gustan). Le encantaba el desmadre como a mí, era lo que más teníamos en común, lo que nos enamoró y lo que nos separó… jaja… Ironías de la vida. A pesar de que ya hace bastante que no lo veo aun le guardo bastantísimo cariño muy en el fondo de mi desgarriatado corazón. Fue el mejor novio que he tenido y el ex que siempre recordaré por todo, por sus atenciones, por su amor, por su detalles, sus regalos… jajaja, por las fiestas y por el sexo, que buen sexo teníamos. Ha sido el único hombre con el que cada que hacíamos el dulce y tierno amor tenía un orgasmo… O más. Sabía complacerme y esperarme para llegar juntos al orgasmo y en el tiempo que estuve con él nunca le falló la herramienta. Teníamos días de maratones sexuales. Todo era risas y diversión hasta que la cagamos olímpicamente y terminamos. Pero esa es otra historia.

Cada noche antes de dormir el necesitaba coger para conciliar el sueño. Yo siempre estaba dispuesta a complacerlo, hasta que me di cuenta de que teníamos un grave problema de sueño. Yo sospechaba que el sexo y los orgasmos me activaban (de allí mis largas jornadas de trabajo sexosas…jajaja…) Yo tenia insomnio y él sonambulismo… jaja…

Una de tantas noches lo hicimos como siempre para dormir. Yo arriba como de costumbre alcancé mi orgasmo y él el suyo. En esa época ya llevábamos algo de tiempo juntos, la monotonía nos estaba llegando y yo como cualquier ama de casa me estaba aburriendo de todo. Así que nos venimos y nos acurrucamos cada uno es su lugar y apagamos la luz. Al poco rato él dormía como un lirón y yo con el ojo pelón, él no roncaba por eso lo adoraba, pero aun así yo no podría dormir, esos palitos nocturnos hacían que todo mi ritmo circadiano se volteara; además de que al pasar un rato yo quería más pero mi novio ya estaba en brazos de Morfeo.

Así que sin más, me saqué una bubi, me empecé a acariciar, me saqué la otra,  me jalé los pezoncitos, que ya paraditos me metí entre las cobijas para que se rozaran rico y suavecito, bajé una mano mi clítoris, lo froté delicadamente, me puse a mil, me metí un dedo a mi vagina saqué un poco de mis juguitos y seguí frotando mi clit, empecé a gemir quedito para que mi amado no se despertara y con una mano en las bubis y otra en  mi centro de placer tuve un orgasmo riquísimo no pude contenerme, pequeños espasmos recorrieron mi cuerpo y la culminación  vino con un gran suspiro. Sin volver a la realidad aun, mi querido novio ya me estaba manoseando.

No sé en qué momento se había convertido en un pulpo cachondo, cuando 15 minutos antes dormía como angelito. Yo toda caliente y empapada lo dejé hacer, me metió sus deditos a mi vagina me volteé y nos plantamos unos besos que hacía tiempo no nos dábamos con lengua y todo, con la otra mano me daba unos apretones de bubis, yo por mi parte le revolvía el cabello para que no acabara ese calentón lujurioso que nos estábamos dando. Bajé la mano toque su paquete no era necesario hacer nada estaba bien firme y durísimo, solo era cuestión que me ensartara así que le di un empujoncito para ponerlo boca arriba y en un dos por tres ya estaba montada, cabalgando y teniendo orgasmos al mayoreo; el manoseo aumento mi lubricación y se oía un chapoteadero con la brincadera que traía encima de su verga. De repente me tomo más fuerte de las caderas me marcó el ritmo y varios segundos después lanzó un bufido super expresivo (por eso lo amaba) sentí como se descargaba dentro de mí, cada chorrito que aventaba se sentía calientito…jaja… Yo con los ojos cerrados sentía muy rico como su verga se iba desinflando y cuando abrí los ojos él estaba dormido ni siquiera me la había sacado y él ya soñaba ¡Plop!

 Y ni siquiera me dijo me tapas cuando acabes. Pero bueno lo arropé y me acomodé en mi parte de la cama, esa cogidita fue un alivio para mi insomnio. Porque dormí plácidamente. A la mañana siguiente le agradecí a mi amorcito, la buena noche que pasamos…  Y él no recordaba nada… ¡Wtf!
Y así fueron muchas noches de insomnio, con sus palitos nocturnos me activaba, pero con su sonambulismo sexoso me calmaba. Buenos tiempos aquellos… jajaja…

Mil y un besos.


Perras mamadas

Hace tiempo un chico gordito y bonito (como me gustan) me contrató, nos vimos en el hotel Amazonas y ¡uf! creo aquella vez me tarde en llega...