Sí, fui un kleenex, por cinco minutos o menos, como uno, sí, no
soy como Peña, yo si se contar. ¿Y porque ese título para esta historia? Porque
el que iba a poner era demasiado largo para describir lo que duro mi vecino
cogiéndome y en eso se resume esta triste historia, pero ni siquiera para
resumir fue bueno. Pues bien, dije que iba a contar el chisme completito de
como acabé en la cama de mi vecino sintiendo que solo uso mi vagina como un
pobrecillo Kleenex. Y la verdad acabé allí por pura calentura desmedida. No le
quiero echar la culpa a mis hormonas, pero sí se me han alborotado y este año
ha sido el más caliente del planeta, de mi vida y la parte central de mi anatomía.
No sé qué me está pasando, pero este calentamiento global me afecta mucho en
cuestiones sexuales. Ya no contaminen porque ando bien pinche caliente y ya ni
mis clientecitos me aguantan el ritmo de la cogedera.
En fin, este cuento de terror calenturiento, comienza cuando
me mudé hace unos meses de mi cuartito en una casa de huéspedes, a la que fui a
dar después del temblor y en el que vivía a gusto hasta que me afect que no me
diera el sol, por aquello de que ya no está bien visto tanta palidez. Así que
me puse a buscar depas soleados y encontré, agarré mis triques, los cuales eran
bastantes; y ni siquiera tengo muebles y no sé cómo en un cuarto me cabían
tantas cosas… Tengo problemas de acumulación, no me juzguen.
Total, que me mudé y todo iba bien, trabajando, tranquila, a
gusto, acomodándome al depa y conociendo la zona, pero en los pasillos, me
empecé a encontrar a un sujeto, algo guapillo, mamadillo, nada alucinante, pero
me llamó la atención y creo que yo a él; porque en uno de esos encuentros me
preguntó mi nombre, se lo di, pero como yo tenía mucha hambre y prisa por
llegar a comer unas ricas alitas que me habían invitado, pues no le pregunté el
suyo…jaja… En ese momento, solo me importaba tragar, por eso para mi paso
desapercibido. Los días pasaron y me lo encontraba hasta en la sopa, solo
faltaba que viniera a pedirme una tacita de azúcar, cosa que ni él ni yo
consumimos, el por mamado y yo por mamona… jajaja…
Así que el día que me iba de vacaciones por enésima vez me
lo encontré, el entraba y yo salía corriendo porque el Uber ya me esperaba y el
ocurrente vecino me pide el whats, apresurada y todo se lo di, corrí al Uber, guardé
el cel y me fui. Cuando volví a ver el celular ya tenia varios mensajes de mi
vecino. De allí empezamos a mensajear y toda la semana que estuve de vacaciones
el tipo no dejo de enviarme mensajes todos los días y algunas veces queriéndose
poner cachondo en las conversaciones y a mi eso de escribir hot no se me da…
jajaja… La verdad ya me estaba fastidiando con tanto mensaje.
Regresé de mis vacaciones, super cansada, quería dormir y el tipo
me hizo reclamos de porque no le contestaba pronto porque quería verme y eso que
todavía no éramos nada (y ni fuimos), lo último que yo quería en ese momento era verle la
jeta a alguien que ni conocía bien. En fin, que me ofreció que fuera a su depa
a dormir con él, que me daría masajes y cariñitos, le dije que no, que estaba
cansada del viaje, me dormí y cuando desperté tenía un montón de mensajes ofreciendo lo mismo, le dije que mejor saliéramos, me contestó que no, porque no
podía dejar a su perro solo… WTF… Ya no le contesté y me volví a dormir.
Desperté y seguía molestando, con que quería dormir conmigo y cosas así, yo tenía
hambre ya para esas horas y le dije que fuéramos a cenar, me contestó que ya
había cenado… otra vez WTF… O era un asocial o un codo de primera y bueno creo
que las dos cosas además de comodino, ni siquiera quería salir de su casa. Al
final dejo de mensajearme y yo también.
Pero un día, desperté muy calenturienta, me masturbé varias
veces, atendí varios clientes y ni así se me quitaban las ganas, llegué a casa
a darme a amor, pero necesitaba más, algo que me diera besos y me estrujara el
cuerpecito… jajaja… Así que acabé whatsapeandole al vecino, le pregunté si todavía
quería darme un masaje y ni tarde ni perezoso contesto que sí. Y pues nada,
acabé en su departamento con la tanga mojada y algo sonrojada. Tras platicar un poco y tres tequilas después
se me echó encima. Nos besamos bien rico, pero de repente empezó a hacer
movimientos de perrito cachondo sobre mi pierna, me reí y se cortó un poco, me aguanté
las carcajadas, pues con mi calentura, no quería salir de allí sin una buena
cogida, metió la mano dentro de mis jeans y se sorprendió de lo húmeda que
estaba.
La ropa voló y siguió haciendo sus movimientos graciosos, estaba
más desesperado que yo, con todas mis hormonas hirvientes y alborotadas. Y
bueno, se calmó un poco, nos dimos besos de lengua y todo, las respiraciones
estaban muy agitadas, bajo la boca y se dio un banquetazo con mis tetas, yo ya
quería sentirlo adentro, tenía muy buena herramienta, sacó un condón, lo abrió
de prisa y se lo puse, quería asegurarme que estuviera bien puesto, porque con
la desesperación que traía no fuera a ser la de malas. Me penetró hasta el
fondo solté un gemido. Lo sentí super rico, se quedo quieto y yo si le di vuelo
a la cadera, pero solo fueron unos segundos pues 1, 2, 3 y Adiós.
No se movió porque ya se había venido. Lo sacó y me quedé mirando al techo, me quedé un ratito en la cama asimilando la poca duración, él
se vistió como si nada. No le pedí explicaciones, cada quien dura lo que dura…
jajaja… Pero él hablo primero, dijo que como yo me hice mucho del rogar por eso había acabado rápido, porque según él
yo no quería ¡Uy que sacrificio! ¡Todo para que yo no sufriera! ¿Y toda mi
humedad? ¿Que creía que era eso, atole derramado en mi vagina o que chingados? En fin, le dije que no echáramos otro y me
contestó que no, porque tenía que madrugar.
Total, que me vestí, me acompañó a mi depa y me tuve que
bajar la calentura con un baño de agua fría, ya más tocamientos eran demasiado
y solo me aceleraban más el deseo setsual… jajaja… Lo bueno que los traguitos
hicieron su efecto somnoliento, me metí a mi camita y me dormí. Al día siguiente andaba igual de caliente,
pero más controlada y afortunadamente tuve clientecitos que me cogieron como se
debe.
Desde ese día el
vecino dejo el acoso, ya no volvimos a mensajear, ni hablar, ni me lo he vuelto
a encontrar en los pasillos, creo que se me esconde… jajaja… No lo vaya a
violar… jajaja… Creo que se asustó con esta pequeña mujercita calenturienta.
Pero bueno, ya sabiendo lo que aguanta, mejor la que se aguanta soy yo… jajaja…
Como dijo una amiga fui un kleenex donde embarro el condón
con sus mecánicos… jajaja… y bueno, así termina esta triste historia del hombre
que menos me ha durado en la cama, la cual esta más extensa que el tiempo que él
duro. No tuve una mega cogida y mucho
menos orgasmos, pero me saco unas carcajadas con sus movimientos desesperados
de perrito cachondo.
Mil y un besos.